La niñera peruana Ada Cuadros fue
declarada hoy culpable de homicidio y condenada –sin ningún tipo de beneficio–
en Estados Unidos a cadena perpetua, por la muerte en el 2005
de Kyle Lazarchik, un niño de 14 meses de edad que tenía a su cargo.
La sentencia se dio en un
segundo juicio a cargo de un tribunal del condado de Collin (Texas),
luego de que el Quinto Juzgado de Apelaciones de Dallas revocó en el 2009 el
primer fallo condenatorio, con la misma pena, que recibió en el 2006.
Los médicos
certificaron que el pequeño murió a causa de lesiones graves
en la cabeza. Cuadros Fernández, encarcelada desde el 2005 y
quien ha sostenido todos estos años su inocencia, dijo que el niño
accidentalmente se golpeó la cabeza en el marco de una puerta y que luego
empezó a vomitar, dejó de respirar y murió.
Tras el juicio, que
duró cinco días, la defensa de la peruana sostuvo hoy durante los argumentos
finales que la joven era inocente de asesinato y que más bien las
pruebas presentadas confirman que la muerte del menor fue accidental.
“Todo mundo espera
que encuentren a la acusada culpable y no basarse en emociones si no en
pruebas. No existe evidencia que Cuadros haya golpeado
al niño con la puerta de un gabinete”, enfatizó la abogada
Pamela Lakatos, dirigiéndose al jurado.
Por su parte, la
Fiscalía reiteró al jurado que la acusada no tuvo compasión del menor al que le
produjo la muerte y que su “conciencia le había traicionado” al cambiar varias
veces su versión de los hechos durante el interrogatorio inicial.
“Quizás se arrepintió de lo
que hizo, pero eso no cambia sus acciones. No creemos que ella sea culpable de otra cosa que asesinato elegible
para la pena capital”, dijo la fiscal Shannon Miller.
PIDE AYUDA
Luz Fernández, madre de Ada Cuadros, no pudo ocultar su dolor por la pena impuesta, pues tenía la esperanza de que la justicia estadounidense absolviera a su hija. Pidió a los congresistas, a la ministra de la Mujer, Ana Jara, y al presidente Ollanta Humala que intervengan en este caso.
Luz Fernández, madre de Ada Cuadros, no pudo ocultar su dolor por la pena impuesta, pues tenía la esperanza de que la justicia estadounidense absolviera a su hija. Pidió a los congresistas, a la ministra de la Mujer, Ana Jara, y al presidente Ollanta Humala que intervengan en este caso.